jueves, 18 de abril de 2013

Dignidad


“El que es sincero y accesible, pero mantiene su dignidad, se hará acreedor a grandes honores. Estar bajo la protección celestial, es recibir la bendición de la buena fortuna y el éxito. Indica resplandor de la fuerza, la vitalidad, la belleza y dignidad. Un lugar de prestigio”.                          
                                                                                                                                                 
                                                                                                                                                   I CHING


La dignidad es uno los derechos que tiene el ser humano, y, sin importar el color de piel, rasgos físicos, creencias políticas o religiosas, nacionalidad, estatus social y económico o formas de pensar; todas las personas por igual tienen los mismos derechos.

Un alto porcentaje de la humanidad sueña o desea vivir en un mundo donde el respeto a la dignidad sea una filosofía de vida de las personas, ayudándose  unos a otros, cada quien haciendo uso de sus virtudes para ayudar a los menos afortunados. Un mundo donde se pueda tomar en cuenta las diferentes ideas, y en vez de discutirlas violentamente declarando guerras u ofendiendo a los que piensan diferentes, conciliar y  ver qué es lo más apropiado para todos. Sin andar lastimando  atropellando, discriminando  no tomando a las demás personas en cuenta o haciéndolas sufrir con cualquier otra ofensa.

Citaré tres seres que en escenarios y contextos diferentes de la humanidad demostraron que sí se puede defender la dignidad propia y la de los demás sin necesidad de hacer uso de la violencia: 
  1. Jesús, merece toda nuestra admiración y respeto por su lucha incansable hasta el punto de morir en la cruz por nuestra salvación. 
  2. Mahatma Gandhi, luchó por la abolición de la esclavitud de los indios, quienes eran explotados en su propia tierra por los ingleses.
  3. Martin Luther King, quien luchó hasta la muerte por terminar con la discriminación racial en Estados Unidos, y lo consiguió.


 

Este sueño puede hacerse realidad si cada quien pone su granito de arena, siendo solidario, teniendo amor propio y por sobre todas las cosas defendiendo las personas a las que no se les respeta su dignidad. De esta manera, se lograría reducir los malos entendidos, los maltratos y se intentaría vivir lo más cercano posible a un mundo feliz.





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