Consuelo Pardo
Nutricionista Dietista, Colombia
¿Sabe usted,
con certeza, si lo que come diariamente es seguro? La inmensa mayoría de
personas desconoce el origen y el tratamiento de los productos que lleva a su
mesa, porque confían en el sistema que vigila las normas de manufactura que
pesan sobre empresas y productores.
A esas reglas se les conoce como el Codex Alimentario y comprende
una serie de puntos sobre cultivo, higiene y procesamiento de productos
naturales, orgánicos y artificiales. El cuadro que se muestra a continuación
describe las diferencias entre ellos.
La
Administración Estadounidense de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en
inglés) no distingue entre alimentos “buenos o malos”, sino entre prácticas de
tratamiento y almacenamiento y aquellas que operan fuera de la ley y que ponen
en riesgo la salud de los consumidores.
La
nutricionista colombiana, Consuelo Pardo, destaca que estas normas aplican
igual para los productos naturales como para los procesados o artificiales, “un
alimento no inocuo, puede rápidamente infectar o contaminar a la comunidad,
manifestando estados de enfermedad que pueden pasar a ser una epidemia”.
La FDA
concuerda en su Manual de Buenas Prácticas 2013 que “la entrega de alimentos
seguros a la mesa es la culminación del trabajo de muchas personas. Los
productores, transportistas, procesadores, distribuidores, manipuladores y muchas
otras personas que realizan acciones diarias que pueden afectar la seguridad de
nuestros alimentos. El reto está en que todos los componentes de esta cadena
cumplan sus acciones de la mejor manera”.
Los aditivos son seguros para
su salud
Desde siempre
el ser humano ha querido preservar alimentos como granos, semillas, harinas,
carnes, frutas y bebidas para su ingesta diaria. Sin embargo, en los últimos
años han surgido algunos señalamientos sin base científica contra los aditivos
que tienen algunos alimentos, naturales y artificiales, para alargar su posible
consumo.
En la mayoría
de casos, los productos que contienen aditivos alimentarios cuentan con una
excelente calidad nutricional y fitosanitaria. No son perjudiciales para la
salud y deben ser usados dentro de los niveles aprobados por las agencias
reguladoras alrededor del mundo, como la FDA y los Ministerios de Salud de cada
país.
Cada vez que
usted visita un supermercado o algún local comercial, se topará con que un gran
porcentaje de alimentos que hay en supermercados y tiendas, contienen algún
tipo de ingrediente elaborado por el hombre, que probablemente ayuda a que los productos
se vean y huelan mejor, además contribuyen a mantener sus propiedades por más
tiempo.
¿Cuál es su responsabilidad?
Si sobre usted
recae la responsabilidad de preparar o comprar los alimentos para consumo
propio o de otras personas, preste atención porque lo que usted haga o descuide
podría garantizarle su salud y la de sus seres queridos.
“Una preparación, cocción o almacenamiento inadecuados
de un alimento, son las principales causas para la aparición de las bacterias
en cualquier plato de comida, que comienzan a multiplicarse y hacen que el
consumo del alimento sea peligroso para la salud”, destaca Pardo.
El hecho de
que sea natural u orgánico, como primera clasificación, no es sinónimo de que son
seguros, igual deben pasar por una serie de parámetros para tener la certeza de
que son inocuos. “Debido a que muchos alimentos provienen del campo y comenzaron
el viaje a su puerta desde días antes, pueden contener microorganismos. Algunos
de estos organismos son patógenos que significa que en las condiciones
adecuadas y en los números correctos, pueden hacer que alguien que los coma se
enferme”, explica el Manual de la FDA.
El cuadro que
se muestra abajo describe algunas acciones que usted debe aplicar con
frecuencia en su hogar para garantizar que su refrigeradora y alacena se
conviertan en espacios seguros para los productos, ya sean naturales o
procesados.
En cuanto a la segunda clasificación, es importante que aprenda a
leer en las etiquetas las instrucciones
de consumo de los alimentos procesados y envasados, así como su fecha de
caducidad, las condiciones en las que se debe mantener y hasta su forma de
cocinarlos, para mantener activas las normas básicas de higiene y seguridad.
“La
preservación de alimentos inocuos implica la adopción de metodologías que
permitan identificar y evaluar los potenciales peligros de contaminación de los
alimentos en el lugar que se producen o se consumen, así como la posibilidad de
medir el impacto que una enfermedad transmitida por un alimento contaminado
puede causar a la salud humana”, recalcó Pardo.
Conozca más
sobre los alimentos que lleva a su mesa, sea parte activa del proceso de
mantenimiento de los productos y disfrute.
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