Los niños infectados con VIH

Por: Doctora Lina Váquez Badía

        Pediatra

        Centro Médico UCE

        (809) 688 3941

Los niños infectados con VIH pueden ser asintomáticos o presentar una sintomatología que va desde leve a grave.

En los niños la transmisión es vertical, de la madre al hijo 90% de los casos, el resto de los pacientes es por transfusiones derivados, cuando existe un control adecuado, al igual de trasplantes si control y además por material contaminado como agujas de drogadictos, agujas de tatuajes, acupunturas. La transmisión sexual se da en adolecentes no protegidos y en abusos sexuales.

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad pueden ser aumento de ganglios linfáticos, aumento del hígado, del bazo, puede haber una dermatitis o eccema, diarrea, síntomas de infección respiratorias, donde son frecuentes los gérmenes oportunistas y el más frecuente pneumocystis jirovecii o carinii.

Otras manifestaciones temprana son hipertrofia de la glándula parótida, exantema o rash en piel y malnutrición a déficit desarrollo con disminución de su estatura.

Las infecciones virales como varicela, sarampión, rubeola y herpes zoster son especialmente graves en estos pacientes y en muchos casos mortales; por esta razón los pacientes deben recibir atención salvedades muy puntuales. Por ejemplo: los niños infectados no recibirán la BGG, la varicela es solo para los asintomáticos, la triple viral está contraindicada en la inmunosupresión intensa, la vacuna contra el virus del polio debe ser inactivada y la vacuna contra difteria, tosferina y tétanos o DPT será acelular.

En general los infantes con VIH deben recibir un buen control nutricional. Los pacientes con déficit nutricional deberán recibir suplementos vitamínicos, calóricos y proteicos. En caso de fiebre tratamos de identificar el microorganismo implicado para utilizar mecanismos curativos y además seguir las normas para utilizar profilaxis contra neumonía por Neumocystis como el Trimetoprim sulfametaxasol, que es el fármaco de elección en estos casos.

El SIDA se ha convertido en una enfermedad crónica, donde los pacientes tienen supervivencia alta si siguen la prevención y tratamientos adecuados.