- Se ha visto la alteración de los índices de masa grasa en pacientes con artritis reumatoide sobre todo en brazos y piernas con respecto al tronco.
- Un total de 43 trabajos españoles han sido becados por la Sociedad Española de Reumatología para asistir al Congreso ACR, parte de ellos con la ayuda de MSD.
- Se estima que más de 200.000 personas sufren artritis reumatoide en España.
Madrid, 24 de octubre de 2013.- El exceso de grasa en pacientes con artritis reumatoide, en concreto, la alteración de los índices de masa magra en brazos y piernas con respecto al tronco y de miembros con respecto a la masa magra total puede influir sobre la actividad de la enfermedad, el daño radiológico y daño endotelial vascular precoz, según concluye un estudio español que se presentará en el próximo Congreso del Colegio Americano de Reumatología (ACR, en sus siglas en inglés) que se celebrará del 25 al 30 de octubre en San Diego (EE.UU.).
Según el autor principal de este estudio, el Dr. Iván Ferraz, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) el objetivo de este trabajo era “estudiar la relación existente entre la composición corporal alterada en estos pacientes con determinadas características de la enfermedad como la actividad clínica, el riesgo cardiovascular o el daño radiológico”. Anteriores estudios ya habían puesto de manifiesto que dicha composición corporal está alterada en pacientes con artritis reumatoide pero “en este caso hemos visto en qué zonas se encuentran esos índices de masa alterados y, además, hemos detectado una alta frecuencia de adiposidad abdominal y porcentaje de grasa en pacientes”.
Para el reumatólogo, la masa corporal alterada en pacientes con artritis reumatoide “es consecuencia de la presencia, duración y actividad de la enfermedad” y asegura que “dado que esta composición alterada parece influir sobre determinadas comorbilidades, su medición y control puede ser de interés para el control de la enfermedad”.
Según el autor principal de este estudio, el Dr. Iván Ferraz, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) el objetivo de este trabajo era “estudiar la relación existente entre la composición corporal alterada en estos pacientes con determinadas características de la enfermedad como la actividad clínica, el riesgo cardiovascular o el daño radiológico”. Anteriores estudios ya habían puesto de manifiesto que dicha composición corporal está alterada en pacientes con artritis reumatoide pero “en este caso hemos visto en qué zonas se encuentran esos índices de masa alterados y, además, hemos detectado una alta frecuencia de adiposidad abdominal y porcentaje de grasa en pacientes”.
Para el reumatólogo, la masa corporal alterada en pacientes con artritis reumatoide “es consecuencia de la presencia, duración y actividad de la enfermedad” y asegura que “dado que esta composición alterada parece influir sobre determinadas comorbilidades, su medición y control puede ser de interés para el control de la enfermedad”.
Actividad física en pacientes con AR sí, pero siempre bajo control
Otro de los trabajos becados para asistir a este encuentro internacional se ha centrado en estudiar otro rasgo de los pacientes con artritis reumatoide, en este caso, se ha analizado la actividad física de estas personas frente a un grupo de población sana. Según detalla la investigadora principal del estudio, la Dra. Vanesa Hernández, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife), “al considerar la actividad física de forma global, no encontramos diferencias entre la población con artritis reumatoide y los participantes del grupo control. Pero al hacer un análisis del número de minutos diarios que empleaban en actividades de distinta intensidad, medido con el acelerómetro triaxial, evidenciamos que los sujetos con artritis reumatoide empleaban menos minutos en realizar actividad física de intensidad moderada y vigorosa que los sanos”.
La especialista insiste en la importancia de mantener un nivel adecuado de actividad física puesto que “según evidencias científicas, los pacientes con artritis reumatoide tienen mayor riesgo cardiovascular que la población general debido a distintos factores conocidos: la inflamación mantenida, el uso de determinados fármacos y la aterogénesis acelerada; por lo que puede disminuirse el riesgo cardiovascular si los niveles de actividad física son los adecuados”.
Sin embargo, el estudio ha evidenciado que en los pacientes con artritis reumatoide –se estima que actualmente hay más de 200.000 afectados en España- las variaciones en la actividad de la enfermedad suponían variaciones también en su actividad física, de tal manera que si presentaban un brote articular, disminuía la actividad física. “Es fundamental potenciar el ejercicio físico en los pacientes con artritis reumatoide, pero siempre adaptándolo al estado articular”, asegura la especialista. Por ejemplo, en una persona con artritis reumatoide sin grandes deformidades articulares y con un grado de actividad baja o en remisión clínica, las recomendaciones serían las mismas que para la población general, realizar actividad física de intensidad moderada al menos 20 minutos tres días a la semana. Mientras que en pacientes con peor clase funcional se indicarían ejercicios de poco impacto al trabajar sobre las articulaciones más afectadas y principalmente enfocado a aumentar la fuerza y el tono muscular de forma global.
Fuente: http://www.medicina21.com
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