“Libertad no es ausencia de compromiso, sino la capacidad de escoger y comprometerte con lo que es mejor para ti”. Libro El Zahir
Con el pasar de los años el ser humano se va envolviendo en una vida acelerada donde todo está descafeinado, se ha fortalecido la falta de compromiso y se ha perdido la capacidad de asombro.
La
persona comprometida es aquella que cumple con sus deberes, ante
su familia, sus estudios o su profesión, sin que sea necesaria la presencia de
una promesa.
El
compromiso autentico es por convicción y no por presión del entorno, y es
interno y no necesita de firmas ni.
Todo
individuo tiene que asumir compromisos en cada rol que le toca desempeñar a lo
largo de su vida;
El
compromiso es:
Ser consciente de que además de ser ciudadano, es necesario procurar el bien común. Hay que evitar ser negativos y cambiar las quejas por una actitud hacia la situación del país y del mundo.
Ser padres es guiar, conversar, educar, amar, y hasta jugar con
los hijos. La simple provisión de objetos materiales no es suficiente.
Ser hijo
es asumir una conducta de disciplina, respeto, esfuerzo en los
estudios y manifestación de afecto a sus padres. Es preciso comprender que así
como los progenitores tienen el deber de garantizar el bienestar económico y
estabilidad emocional de sus hijos, ellos deben corresponder adecuadamente a su
edad y desarrollo psicoafectivo.
Ser amigo es recordarlos
no sólo cuando se les necesita, sino
para compartir logros, celebrar alegrías y darse apoyo en situaciones difíciles
de manera reciproca.
Sentirse
comprometido es ser feliz con la misión asignada en el transitar de la vida.
El
cambio individual es el granito de arena que permitirá el gran efecto colectivo
necesario para mejorar el mundo en que vivimos.
Y tú,
¿asumirás tu compromiso?
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