Tradicionalmente, el liderazgo se aprecia como un privilegio de los
hombres; sin embargo, en la actualidad debe replantearse esa visión ya
rezagada, toda vez que la mujer ha sabido trillar su propio camino, abriéndose
paso con éxito en los ámbitos laboral, político y social.
La mujer del siglo XXI tiene la capacidad de asumir múltiples roles y
ser exitosa en cada uno de ellos, ya fuere como ejecutiva, contadora, artista,
maestra, ama de casa, secretaria, escritora, modelo, comunicadora, estudiante o
científica. No importa en cuál rol se desempeñe, ella ha conquistado espacios
significativos en la sociedad.
No es menos cierto, sin embargo, que debido a las presiones laborales,
exigencias en horarios y estrés al que está continuamente expuesta, la mujer
asume nuevos estilos de vida y hábitos que repercuten negativamente en su
salud. Es por lo antes dicho pertinente que ella adopte un nuevo y más
saludable standard de vida con los siguientes regímenes preventivos:
- La rutina del chequeo: Visitar periódicamente al ginecólogo (por lo menos cada seis meses).
- Es preciso distribuir cada espacio en todos los roles, sobre todo dedicar tiempo y atención de calidad, no de cantidad a los hijos y la pareja.
- Aprender a delegar: si no puedes cargar con todos los roles, distribúyelos en personas que puedan ayudar (el cuidado de los niños, los quehaceres de la casa, etc.).
- El descanso indispensable: es necesario dormir suficiente, comer bien y regalarse momentos para sí, encontrarte contigo misma, leer un libro, ir a la peluquería o a un centro de relajación.
- Ejercitarse: practicar alguna rutina de ejercicio (como caminar, yoga, andar en bicicleta o trotar) durante 30 minutos al día, a fin de activar el sistema circulatorio y manejar el estrés.
- La dieta: mantener una dieta basada en frutas, verduras, cereales integrales y carnes blancas, bajas en grasas y carnes rojas. Aunque sabemos que es difícil, es importante saber que asumir esta disciplina evita el desarrollo de trastornos como diabetes, hipertensión y colesterol elevado.
- En vez de someterse a dietas rigurosas, es recomendable consultar con un especialista para que sugiera el régimen alimenticio que se adapte a cada necesidad.
- Consumir suplementos de vitaminas, minerales y aminoácidos. es importante reducir el consumo de alcohol y tabaco.
- Consciencia emocional: es importante tomar en cuenta que no basta con que la mujer sea exitosa si emocionalmente se siente vacía. Este des-balance puede desencadenar una depresión o ansiedad, por la insatisfacción generada por el deseo de complacer a los demás.
El secreto está en disfrutar cada rol a la vez y establecer prioridades,
sin olvidar que eres lo más importante. Comparte tus éxitos, aprecia tus
esfuerzos, no pierdas tu esencia de mujer, actúa por convicción y no por la
presión de los demás y procura sobre todas las cosas alcanzar tu bienestar
mental y emocional.
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